ACTUALIZACIÓN: Tom Daschle renunció a ser el Secretario de Salud de la administración Obama (el contexto y el caso más abajo en este posteo), cediendo a la presión de los Republicanos y de los diarios hoy, particularmente la editorial del New York Times, según le comentó a Andrea Mitchell de NBC (video al final del párrafo). "Leí el New York Times esta mañana y me di cuenta de que no puedo hacerme cargo de la salud pública si genero tanta distracción... llamé al presidente esta mañana".
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Obama, quien ayer había salido a respaldar a Daschle, emitió un comunicado público diciendo que aceptaba la decisión "con tristeza" y que "ahora hay que seguir adelante".
Junto con los impuestos no pagados por Daschle por concepto de un auto y un chofer privados entregados por una compañía privada de inversiones (en el tiempo en que no era parlamentario), comenzaron a levantarse dudas sobre la relación de Daschle con algunas de las compañías que como Secretario de Salud debería supervisar. Particularmente se discuten sus ingresos, en el tiempo en que Daschle trabajaba en el sector privado, provenientes de empresas del área de la salud, por concepto de consultorías y charlas. La promesa y la exigencia de Obama de que la gente llegara al gobierno sin lazos ni intereses externos -que se condice con la rigidización de los requisitos a los lobbyistas que operan en Washington-, parecía muy contradecida con los antecedentes de Tom Daschle.
Daschle estaba ya instalado en el gobierno, tanto que posó para Annie Leibovitz en su portafolio del último número de Vanity Fair. Para ser una administración que llegó prometiendo el cambio, hay que admitir que al menos ha cambiado su gabinete.
Como recuerda esta nota del New York Times, Daschle -la más importante baja política de un gobierno que recién comienza- fue uno de los mentores políticos de Barack Obama y varios de sus asesores ahora ocupan puestos en la Casa Blanca.
Además de ser nominado a Secretario de Salud, Daschle había sido designado "zar" de la reforma de salud, un cargo para el que no necesitaba confirmación. También renunció a eso.
La mencionada editorial hoy del New York Times fue actualizada online esta tarde: "Después de la publicación de esta columna, Tom Daschle hizo lo correcto -por sí mismo y, más importante, para la administración Obama- y retiró su nombre de la nominación", dice. Luego agrega que Daschle puede haber sido motivado por la noticia del retiro de Nancy Killifer.
Lo que nos da pie para enganchar con el texto original de este posteo:
Hoy se supo de la renuncia de Nancy Killifer (la señora de la foto) al puesto para el que había sido nominada por Obama, un cargo nuevo, oficial de rendimiento de la Casa Blanca, posición en la que debía fiscalizar el gasto gubernamental. Como está dentro de la Oficina de Gestión de Presupuesto, debía ser confirmada en el Senado. Y se acordó entonces de que tenía un asunto pendiente que podía entorpecer su confirmación y crear problemas a Obama (¿por qué no avisó antes?). Los impuestos que debía estaban relacionados con su servicio doméstico. "Me doy cuenta de que en el actual ambiente mi asunto con el impuesto de desempleo en Washington D.C. puede ser usado para crear exactamente el tipo de distracción y retraso que debemos evitar", le escribió a Obama.
Es el problema de impuestos más reciente en una secuencia que parece de comedia de equivocaciones.
Primero fue el más importante de todos, Tim Geithner, nominado para Secretario del Tesoro que tuvo que aclarar su confesado "error" -y pagar sus deudas pendientes, 34 mil dólares más intereses- para lograr su confirmación en el puesto.
El no tan curioso caso de Tom Daschle
Luego (ayer) estalló el caso de Tom Daschle, quien espera ser confirmado en el cargo de Secretario de Salud ("y servicios humanos", dice el título formal, lo que lleva a uno a preguntarse cuáles serán los servicios "no humanos"). Es un cargo muy importante porque una de las grandes promesas de Obama y uno de las principales prioridades de la gente es la reforma al sistema de salud que haga posible la cobertura universal. Resulta que Daschle -quien era senador y el líder de los Demócratas en esa cámara- no pagó en su momento 128 mil dólares en impuestos no pagados relacionados con el empleo de su chofer privado, el uso de su auto y otros gastos. Daschle pagó lo que debía (140 mil dólares, contando los intereses) y tanto Obama como otros líderes del partido salieron ayer en su defensa ("nadie es perfecto, pero nadie está tratando de ocultar nada acá", dijo el secretario de prensa que dijo Obama), pero ciertamente no es la imagen de limpieza y transparencia que pretende mostrar la administración. La próxima sesión para evaluar su postulación al cargo está fijada para el 10 de febrero.
Como nos recuerdan en The Politico, en periodismo, tres es una tendencia:
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